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Nuestra razón de ser
La Constitución de la República Dominicana (2015) incluye el principio de igualdad entre hombres y mujeres y condena todas las formas de discriminación. Asimismo, diversas leyes establecen medidas para garantizar a la mujer el goce de sus derechos, su ciudadanía y autonomía. A pesar de estos avances, en el ámbito formal se observa una sostenida persistencia de factores culturales y normas de género que acentúan la exclusión social y que son determinantes claves de los problemas de desarrollo y derechos humanos de las mujeres.
En el país, 1 de cada 4 mujeres con 15 años o más
Ha experimentado violencia por parte de su pareja en los últimos 12 meses (ENESIM,2018)
1 de cada 5 adolescentes entre 15 y 19 años
Ha tenido hijos/as o ha estado embarazada
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De las mujeres dominicanas entre 15 y 19 años
Luego de dar a luz a su primer hijo, dejó de asistir a la escuela o la universidad (ENHOGAR, 2018) lo que redujo sus probabilidades de lograr un empleo y en caso de lograrlo, de que estuviera bien remunerado.
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De las adolescentes embarazadas o madres provienen de un grupo socioeconómico familiar muy bajo o bajo.
Se puede concluir que el embarazo adolescente es, además de una forma de violencia contra las mujeres, una de las principales trampas de la pobreza femenina con consecuencias limitantes en el desarrollo de la mujer y de la sociedad en su conjunto.
Por este contexto nacen los Centros para el Desarrollo Integral de la Mujer (CEDI-Mujer) que buscan impulsar el desarrollo integral de las mujeres dominicanas, adolescentes y adultas, con servicios especializados y estratégicamente seleccionados a través de un modelo de gestión innovador, articulado y sostenible.
Por este contexto nacen los Centros para el Desarrollo Integral de la Mujer (CEDI-Mujer) que buscan impulsar el desarrollo integral de las mujeres dominicanas, adolescentes y adultas, con servicios especializados y estratégicamente seleccionados a través de un modelo de gestión innovador, articulado y sostenible.